En
el norte de India, el séptimo país mas poblado del mundo, entre
Delhi y Calcuta, el río Ganges baña una de las ciudades mas sagradas
del país. Varanasi, la antigua Benares, es la esencia de India, allí
donde cualquier hindú quisiera morir. Los monos pueblan los árboles
que circundan los palacios, las vacas dominan las calles y los cadáveres
son incinerados a orillas de la madre Ganga. Con una población
de más de 790.000 habitantes, Benares es una ciudad de pobreza, como toda
India. Muchos de los niños deben buscarse la vida entre los turistas haciendo
de guía, vendiendo postales, collares o pequeños cuencos con flores
y velas para abandonarlos a la corriente del río como ofrendas a los dioses.
La escuela para ellos es algo secundario o imposible. Entre ellos
encontramos a Pintu, un niño de trece años que nos abordo en las
calles de la ciudad y nos ayudo a organizar el Taller Art and Life.
En
estos días las escuelas de toda India cerraban por el festival a la Diosa
Durga y cientos de imágenes de dioses serian lanzados al Ganguees. Así
pues, planteamos el taller cerca del río, con niños de un barrio
pobre asentado junto a los ghats, las escaleras que se sumergen en el agua.
Uno frente a otro, sentados a la sombra junto a la casa de Shivan, uno de
los niños del taller, fuimos retratando a nuestro compañero, buscando
aquello que lo diferenciaba de los demás. Observando los rasgos de la cara,
el pelo, las ropas, los collares y pulseras, el bindi (punto que niñas
y mujeres se colocan en el centro de la frente), todo aquello que lo identificase
y nos hiciera saber que se trataba de Chandan, Sositai, Rimpa o Suman Das.
Sobre un fondo naranja imaginamos BenaresDibujando, recortando y pegando
recreamos las cúpulas, los templos y las barcas. Con papeles de colores
y diferentes texturas y brillos interpretamos nuestra propia ciudad sin copiarla,
usando memoria e imaginación. Monos, vacas sagradas, dioses y
el Ganga fueron apareciendo a medida que creábamos. Sobre
la playa de arena blanca que dibuja el río en la orilla opuesta a Benares,
dibujamos un anillo de seis metros de diámetro. En un gesto de reciclaje
usamos para el anillo los restos que el monzón había dejado por
toda la orilla: ropas, cuerdas con flores para las puyas, cajas de cartón,
trozos de tela. Actuando como pequeños artistas contemporáneos regalamos
a la madre Ganga un gran anillo que podía verse desde la otra
orilla y que finalmente atravesamos corriendo para zambullirnos en el agua todos
juntos. Dibujamos
los ghats tal y como los veíamos sentados en Babua Pandey Ghat. Los antiguos
palacios, los grandes árboles, los hombres caminando con sus lunguis y
las escaleras que se hunden en el río. Arcos y ventanas, carteles y farolas,
todo como si se tratase de una fotografía tomada desde una ventana imaginaria.
Tardes
de sonrisa e ilusión junto a un río sagrado. Experiencias nuevas
que rompían la monotonía del día. Era
excitante verlos correr escaleras arriba con los colores en mano, un regalo inesperado
que aferraban ilusionados mientras se despedían gritando Chené
Gómez Artista plástico y Profesor de talleres Art and Life Fotografías
Ramón Malvar. |